Microsoft baja sus expectativas en materia de teléfonos inteligentes

10/6/2015 - http://lat.wsj.com/articles/SB11265897223925794094804581277291040432446?tesla=y

Tecnologia

El lanzamiento hoy de los nuevos teléfonos inteligentes de Microsoft Corp., el Lumia 950 y el Lumia 950XL, marca el más reciente intento de la compañía por hallar una estrategia móvil ganadora. Su nuevo enfoque se reduce a esto: redefinir qué significa tener éxito.

 

En un evento en Nueva York, Microsoft presentó los dos dispositivos móviles de alta gama, en una apuesta por generar mayor interés por ofertas de alta gama.

 

El Lumia 950, que cuenta con una pantalla de 5,2 pulgadas, tiene un precio inicial en Estados Unidos de US$549, mientras que el Lumia XL con una pantalla de 5,7 pulgadas arranca con un precio de US$649.

 

Después de cinco años de fracasos con los teléfonos inteligentes que usan el sistema operativo Windows, Microsoft ya no apunta al mercado masivo sino a nichos tales como el sector corporativo, donde la compañía espera que sus smartphones ofrezcan una ventaja competitiva.

 

Una pieza clave en el plan es Windows 10, la recientemente lanzada versión del sistema operativo de Microsoft que por primera vez integra fluidamente las computadoras personales y los dispositivos móviles. Según el razonamiento general, los usuarios de Windows que usan hojas de cálculo Excel o hacen llamadas a través de Skype en sus computadoras de escritorio querrán tener la misma experiencia en sus dispositivos móviles.

 

Se trata de una apuesta de alto riesgo. Durante décadas, Microsoft utilizó su licencia de Windows y su control del dispositivo computacional por defecto, la computadora de escritorio, para moldear la industria de la computación. Ahora que los teléfonos inteligentes desplazan a las PC, la falta de control de alguna plataforma dominante ensombrece las perspectivas de Microsoft.

 

Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, decidió apostar a la categoría de alta gama con los nuevos teléfonos de la empresa. ENLARGE

Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, decidió apostar a la categoría de alta gama con los nuevos teléfonos de la empresa. PHOTO: JASON LEE/REUTERS

La decisión de reducir sus ambiciones en este terreno refleja algunos hechos concretos: los teléfonos inteligentes con Windows se han vendido poco y han perdido dinero a borbotones. Hace dos años, cuando Microsoft se zambulló en el negocio de la fabricación de aparatos móviles mediante la compra de la operación de telefonía móvil de Nokia Corp., la compañía con base en Seattle dijo que su objetivo era llegar a tener una participación en el mercado de teléfonos inteligentes de 15% para 2018. La empresa ha tenido que descartar esa ambición. Este año, según estima la firma de investigación IDC, solo tres de cada 100 teléfonos inteligentes vendidos tienen el sistema Windows. Cerca del 97% restante está compuesto por los iPhones de Apple y los Android de Alphabet Inc. (antiguamente Google).

 

En el trimestre finalizado el 30 de junio pasado, la división de telefonía de Microsoft perdió un promedio de 12 centavos de dólar por cada teléfono inteligente vendido.

 

En julio, Microsoft admitió su fracaso al contabilizar como pérdida 80% del valor del acuerdo con Nokia de US$9.400 millones y al anunciar que recortaría cerca de 8.000 puestos de trabajo, mayormente en su operación de telefonía móvil.

 

Satya Nadella, presidente ejecutivo de Microsoft, ha dicho que las medidas de reducción de costos y la decisión de no tratar de vender tantos teléfonos como sea posible ayudarán a limitar las pérdidas. Microsoft operaría de manera “más eficaz con una cartera más cocentrada” de teléfonos inteligentes, dijo el ejecutivo a analistas de Wall Street en julio.

 

Los escépticos dicen que las ambiciones reducidas de la compañía son más una necesidad que una opción. “No tienen la demanda necesaria como para [producir smartphones] en gran escala”, dijo Mike Walkley, analista de la industria de teléfonos inteligentes con la firma de banca de inversión Canaccord Genuity. “Es casi lo que tenían que hacer”.

 

Los defensores de Microsoft dicen que la empresa tiene una ventaja significativa, si puede utilizar Windows 10 para estimular el interés por sus teléfonos inteligentes. “Microsoft tiene una mayor oportunidad de lo que la gente cree”, dijo J.P. Gownder, analista de Forrester Research Inc.

La empresa está apostando a que consumidores y desarrolladores de aplicaciones móviles querrán comprar teléfonos inteligentes con Windows o escribir aplicaciones para ellos, en conjunto con las dirigidas a PC. Para atraer a los desarrolladores que no tenían presente a los teléfonos inteligentes de Windows, Microsoft ha facilitado la reutilización de las aplicaciones de iPhone o Android en sus propios teléfonos.

 

Personas cercanas a Microsoft dicen que el éxito en la proliferación de Windows 10 (la compañía apunta a tenerlo instalado en 1.000 millones de computadoras a mediados de 2018), daría un enorme impulso a los teléfonos inteligentes de Windows. Esto sería una inversión del patrón establecido por Apple, según el cual las personas que compran iPhones están más dispuestas a comprar también una computadora Mac.

 

“Lo mejor para los teléfonos Windows es el uso de Windows 10”, dijo una persona familiarizada con la estrategia de Microsoft.

 

Los ejecutivos de Microsoft que tienen la esperanza de lograr un cambio de tendencia en los teléfonos inteligentes pueden señalar un precedente: Surface, la línea de tabletas/PC de la compañía, un negocio de hardware que después de muchas dificultades pudo encontrar su nicho, a pesar de no haber tenido ventas extraordinarias.

 

El lanzamiento de Surface en 2012 fue complicado porque Microsoft calculó mal la demanda. Posteriormente tuvo que asumir un cargo contable de US$900 millones por los dispositivos sin vender. Recientemente, Microsoft ha ganado el apoyo de críticos de tecnología y algunos clientes con Surface Pro, una versión actualizada dirigida al sector corporativo.

 

Gracias en parte a las ventas de Surface Pro y las altas expectativas por el nuevo modelo presentado el martes, la Surface Book, la línea de productos Surface alcanzó ventas anuales de más de US$3.600 millones, y los ingresos ya no van rezagados al costo de fabricación. Microsoft emplea a la línea Surface como un escaparate para sus nuevas funciones de software y hardware, y algunos fabricantes de PC han lanzado equipos que imitan elementos de dicha línea.

 

Pero incluso mientras se prepara para un nuevo intento por convertirse en un jugador en el mercado de teléfonos inteligentes, Microsoft está trabajando en un Plan B: está asegurando que su software tenga éxito aún si los smartphones de Windows no lo tienen. Nadella ha intensificado sus esfuerzos para hacer o mejorar las versiones de iPhone y Android de software como Microsoft Office, Cortana, un asistente personal similar a Siri de Apple, y el servicio de video-llamadas Skype.

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