$1,924 millones suman deudas con tarjetas

4/4/2016 - http://www.prensa.com/economia/pesada-deuda-tarjetas-credito_0_4452304829.html

Banca

La deuda total en tarjetas de crédito en Panamá ascendió a mil 924 millones de dólares en febrero, un aumento del 23.8% con relación a las reportadas hace un año, cuando el saldo de las referencias fue de mil 554 millones de dólares.

Según los analistas, el crédito es primordial en la cartera de consumo, pero es importante la prudencia en el manejo del “dinero plástico”

La pesada deuda de  las tarjetas de crédito

 

El dinero plástico está presente en la vida de todos los panameños. Las deudas que mantienen a través de sus tarjetas de crédito son tan altas como el presupuesto que se destina para construir una línea del Metro o el cuarto puente sobre el Canal de Panamá.

En el informe del buró Asociación Panameña de Crédito (APC), en el que se reporta el uso de las tarjetas de crédito, había 791 mil 986 referencias en febrero de 2016, lo que representa 14.4% por encima de las registradas en el mismo periodo del año anterior.

Febrero finalizó con una deuda total de mil 924 millones de dólares, un aumento del 23.8% con relación a las reportadas al buró el mismo periodo del año previo, cuando el saldo de las referencias fue de mil 554 millones de dólares.

Estas cifras demuestran el nivel de penetración que tiene la banca en un país de apenas 3.5 millones de habitantes, con una línea del Metro que tiene una extensión de 16 kilómetros, para la cual se destinaron $2 mil 90 millones.

Composición del mercado

 

En el primer bimestre de este año, el 28.43% de las tarjetas correspondía a líneas de crédito de menos de $1,000, mientras que para el año anterior el 30.63% se encontraban en ese mismo rango.

 

En la base de datos de la APC reposa información de 4.4 millones de referencias activas, de las cuales el 18% corresponde a tarjetas de crédito. Un 21% son referencias de préstamos personales, el 7% de hipoteca, 3% está vinculada a préstamos de autos y 2% a préstamos comerciales. Un 49% son registros de otras líneas de financiamiento.

El economista Felipe Chapman subraya que el crédito que se otorga por medio de las tarjetas es primordial en la cartera de consumo, ya que ha sido una de las fuentes de crecimiento y actividad económica más importantes en Panamá en los últimos años.

* El año pasado, el renglón de tarjetas de crédito creció 20.9%, según reportes de la Superintendencia de Bancos de Panamá.

“Es una buena noticia que haya disponibilidad de crédito y acceso al mismo”, comentó el experto, tras señalar que el nivel de endeudamiento, ya sea excesivo o no, depende de la capacidad de pago de las personas que asumen el compromiso.

Especialistas en temas de consumo y bienestar para el consumidor consideran que la prudencia en el manejo del “dinero plástico” siempre debe estar presente en cada quien, sin crear distorsiones contraproducentes en el presupuesto personal y familiar.

También expresan la necesidad de que las entidades bancarias impulsen campañas y hagan docencia con el interés de promover el ahorro y el consumo responsable en los ciudadanos.

Actualmente, una de las preocupaciones que se está dando en materia de financiamiento es el alza en las tasas de interés que ha alcanzado a las tarjetas de crédito, las hipotecas y los préstamos de autos.

Una reciente publicación de La Prensa registró que varios bancos de la plaza han comunicando a sus clientes un ajuste en las tasas de interés de sus préstamos.

Se habla de un incremento entre 0.50% y 0.75% y que se aplicará en hipotecas no preferenciales y préstamos de autos. Para tarjetas de crédito algunos bancos mencionan que sería de entre 15.9% y 20.9%.

De acuerdo con Chapman, las alzas de intereses en las tarjetas de crédito no son mayor amenaza, porque de por sí en este tipo de producto tienden a ser tradicionalmente elevadas; y se mueven muy poco en este sentido, ya sea hacia abajo o hacia arriba por los factores externos e internos que lo inducen.

Es por lo que este analista considera que la inquietud mayor podría centrarse en las alzas de tasas en los segmentos de hipotecas, vivienda y préstamos de autos personales, que son más impactados por los fenómenos tanto como globales como internos.

En este sentido, se menciona fundamentalmente las últimas decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha anunciado que va a continuar elevando la tasa de interés a corto plazo, mientras que en Panamá influye el crecimiento del crédito de manera acelerada y en los depósitos bancarios.

Recientemente, la Superintendencia de Bancos de Panamá informó que los activos en 2015 del centro bancario internacional —que incluyen bancos de licencia general y aquellos internacionales— sumaron un nivel récord de $118 mil 478 millones, que representa un crecimiento de 9.3% en comparación con el año anterior.

Se detalló que el saldo de crédito interno creció $4 mil 558 millones, 11.6% más en comparación con similar periodo del año 2014.

Ese crecimiento se reflejó, principalmente, en la banca de personas, en especial en el segmento hipotecario residencial, los préstamos personales y el renglón de tarjetas de crédito; así como el financiamiento en el sector construcción.

Cuando existe la obsesión por las compras

El uso excesivo de la tarjeta de crédito puede estar asociado con un tipo de adicción llamado oniomanía. Cuando la obsesión y compulsión por las compras están presentes, estamos ante la aparición de uno o varios trastornos psicológicos, siendo el más frecuente el del estado de ánimo.

El mismo está caracterizado por un deseo desenfrenado por comprar sin necesidad real, por lo que las personas comienzan a llenarse de deudas de una manera incontrolable.

La compra compulsiva produce placer que calma su ansiedad, angustia o dolor.

Está asociado también con un problema de los impulsos, las personas no logran controlar sus impulsos y no tienen control de sus gastos.

Otra causa puede ser una mala educación financiera. Utilizan las tarjetas para comprar y llenar necesidades de lujo (estatus al que no pertenecen), que su presupuesto no le permite, lo que los lleva a quedar cada vez más endeudados. Cuando el pago mínimo supera sus ingresos, terminan en la bancarrota, afectando a su entorno más cercano.

Y un último factor sería el efectos de los medios de comunicación y una sociedad consumista, que los lleva a consumir dinero plástico.

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